10 conceptos elementales del estoicismo
Principales postulados estoicos para empezar a reflexionar
Parece mentira que haya pasado una semana desde la última vez que me leíste. ¿Te das cuenta de lo rápido que gira el mundo? La vida se nos escapa de entre los dedos sin darnos cuenta.
Malgastamos la energía en enfados absurdos en lugar de canalizarla para crecer. Nos preocupamos por lo que pudo haber sido y no fue o por lo que puede que sea y no será. El caso es ignorar lo que tenemos delante de nuestras narices, pues hace pupa.
Y en medio de todo, como un ombligo universal, nuestro ego. Es lo único que importa y pugna desde nuestras entrañas por ser el protagonista de todas las salsas. Ja. Recuerda que eres una mota de polvo comparado con el planeta Tierra, y este otra mota comparada con el Universo. Cuanto más alto sea el pedestal en el que lo subas, más gorda será la caída y su dolor consecuente. Luego no me digas que no te avisé.
Tras este discurso cenizo y contrario al mundo Mr. Wonderful que tanto daño ha hecho (ya tocará hablar del “tú puedes con todo” y el “querer es poder” en futuras páginas), buscaremos la forma de combatirlo sin necesitar hacerle sangre a nadie.
Una vez más, el estoicismo acude al rescate de la cordura.
10 conceptos elementales del estoicismo
Como buena corriente filosófica que se precie, el estoicismo está repleto de palabrejas e ideas poco accesibles para los profanos. A mí empiezan a sonarme algunas a fuerza de verlas en cada referencia que consulto. Procuro tener una dieta de información variada tanto en temática como en complejidad, así que trataré de traducir a un lenguaje descifrable lo que comprendo.
Por cierto, si cayese por aquí algún especialista del ramo, pido perdón por mis posibles errores y agradeceré un comentario, correo o mensaje por Twitter con la advertencia y explicación pertinentes. Así podré aprender y transmitir bien lo aprendido.
1. Memento Mori. Recuerda que morirás
El origen de esta expresión viene de los romanos. Cuando los generales regresaban triunfantes de sus campañas de conquista, en los desfiles llevaban junto a ellos un sirviente encargado de irles soplando al oído esas dos palabras para que no se les subiera el éxito a la cabeza.
Tendemos a dejar cosas que nos importan para más adelante, cuando la realidad es que ninguno sabemos si viviremos en el próximo segundo. No dejes de decir “te quiero” a quienes quieras, no esperes a estrenar eso que compraste, demuestra hoy y no mañana, encuentra tu felicidad en el presente porque es lo único que existe.
Lejos de ser algo negativo, tener en la mente la idea de nuestra mortalidad de forma constante nos ayudará a darnos cuenta de lo que nos importa de verdad, podremos decir “no” a todo lo que no aporte en nuestra vida sin remordimientos. Haz la prueba y verás cómo vives con mayor intensidad y más calma de espíritu.
2. Fateri Errata. Reconoce tus errores
No pasa nada por equivocarte. Eres humano. Lo que sí es importante es que analices por qué ha ocurrido y qué puedes hacer para evitarlo en el futuro. Así aprenderás.
3. Praemeditatio malorum. Premeditación de la adversidad
Al igual que con memento mori, con este principio puede parecer que los estoicos tenían angustia existencial y no veían la parte positiva de la vida. Sin embargo, el estoicismo nos anima a ser precavidos y tener en cuenta que la Naturaleza se compone de ciclos, por tanto de inestabilidad e incertidumbre.
La visualización negativa consiste en realizar una anticipación deliberada de lo peor que puede pasar el día de mañana. Esto ayuda a aprovechar bien las épocas de vacas gordas sin despilfarrar porque nos hace conscientes de que también llegarán las vacas flacas. Si nos pillan con un plan B preparado sufriremos menos y lo afrontaremos con mayor calma.
4. Synpathéia. Ten compasión y empatía
Todos los seres humanos somos iguales. ¿Qué te puede hacer pensar que eres diferente? ¿Te crees superior? ¿Por qué?
Pocas explicaciones veo necesarias. Solo piensa cómo te gustaría ser tratado y sabrás cómo tratar a cualquier otro.
5. Dicotomía de control
Consiste en diferenciar entre lo que depende de nosotros y lo que no.
Solo podemos controlar nuestros juicios (opiniones) y acciones. Todo lo demás queda fuera de ese control y, por tanto, nada podemos hacer para cambiarlo.
Nuestro deber es esforzarnos por hacer bien nuestras tareas, independientemente del resultado que obtengamos. Hacer lo que está en nuestra mano nos dará satisfacción y confianza en nosotros mismos.
6. Apathéia. Tranquilidad desapasionada.
Esto es lo más cercano a la felicidad que se me puede ocurrir. Fue lo que me voló la cabeza la primera vez que leí sobre esta filosofía.
Te advierto de que no tiene nada que ver con la apatía que conoces. Estamos hablando de un estado mental en el que las emociones están en calma, no ausentes.
Se trata de observar lo que sentimos en cada momento, identificarlo y aceptarlo sin juzgarnos a nosotros mismos ni a los demás. Esto nos da objetividad y facilita que canalicemos esas emociones de forma adecuada.
7. Neutrom Moralis. Neutralidad moral
Nada de lo que sucede es bueno ni malo por sí mismo, depende de cómo lo interpretemos.
La frase es corta pero de complicada aplicación práctica, en especial si consideramos que lo que nos pasa es negativo para nuestros intereses. Para solucionarlo hay que esforzarse en ampliar la perspectiva, utilizar la razón para comprender lo que ocurre. De este modo sabremos cómo proceder, en caso de que podamos hacer algo.
Insisto aquí en la necesidad de ser objetivo al máximo. Tanto la synpathéia como la apathéia serán nuestras aliadas.
8. Amor Fati. Amor por los hechos, por el destino
Deja que la vida te lleve donde quiera, sin oponer resistencia. Aprende de todo lo que ocurre cada día en ella, aprovecha cada experiencia y con el tiempo llegarás a abrazar cualquier cosa que te suceda, por muy negativa que parezca.
Lamentarnos por lo ocurrido no hará que cambie, pues forma parte del pasado y no podemos regresar a él.
9. Incomodidad voluntaria
El estoicismo fue practicado tanto por esclavos como Epicteto como por emperadores como Marco Aurelio. Sin embargo, todos ellos advertían del peligro de dejarnos llevar por el disfrute y el placer. Si les dejamos, pueden llegar a convertirse en nuestros amos y señores.
Para evitarlo, nos proponen que de forma temporal evitemos satisfacer alguno de nuestros deseos. De este modo nos acostumbraremos a su carencia. Por un lado seremos conscientes de que podemos vivir sin ello, y por otro, vamos haciendo callo por si algún día nos faltara.
10. Escribe un diario
Los pensamientos de los filósofos estoicos nos han llegado en su mayoría por la conservación y/o copia de sus diarios.
Dedicar todos los días unos minutos a parar, reflexionar y escribir es un hábito que nos ayuda a conocernos mejor. Pensaremos con más claridad, es un espacio en el que repasar el día que termina si lo haces por la tarde-noche o para prepararte si lo haces por la mañana.
No necesitas más que papel y bolígrafo. Un par de líneas es suficiente, y si un día no puedes o no te acuerdas, tampoco importa porque lo retomas cuando quieras. Llevo practicando desde hace 4 meses y noté sus efectos casi desde el principio.
Por cierto, es la hora de mi reflexión. Hasta la página siguiente.
Cita para pensar
Cuántos te han robado la vida sin que tú te percataras de lo que perdías. Cuánto te ha quitado el resentimiento vano, la alegría estúpida, el deseo ansioso, las relaciones lisonjeras, qué poco de lo tuyo se te ha dejado: comprenderás que vas a morir prematuramente.
Séneca.
Principales referencias consultadas
Artículo de La Vanguardia sobre los principios del estoicismo
Diario para estoicos, de Ryan Holiday y Stephen Hanselman.
Créditos imagen de portada: Brett Jordan